Ubicado a aproximadamente 20 kilómetros al sureste de Mérida, Seyé es un municipio que destaca por su rica historia, tradiciones vivas y paisajes naturales impresionantes. Su nombre proviene del idioma maya y significa "escalera pequeña", reflejando su herencia ancestral. Con una superficie de 186.50 km², Seyé forma parte de la zona henequenera de Yucatán, siendo un destino que ofrece una combinación perfecta de cultura, naturaleza y hospitalidad.
Seyé tiene sus raíces en la época prehispánica, perteneciendo al cacicazgo de Hocabail-Homún. Durante la colonia, se estableció el régimen de encomienda, y en 1579 estuvo a cargo de Alonso de Rojas. A lo largo de los siglos, Seyé ha mantenido vivas sus tradiciones, fusionando la herencia maya con influencias coloniales.
La comunidad celebra con fervor sus festividades religiosas, siendo la más destacada la fiesta en honor a San Bartolomé, que se lleva a cabo del 23 al 27 de agosto. Durante estos días, se realizan ceremonias religiosas, vaquerías, corridas de toros y bailes populares, reflejando la devoción y alegría de sus habitantes.
La cocina de Seyé es un reflejo de su herencia maya y colonial, ofreciendo platillos que deleitan el paladar con sabores intensos y tradicionales. Entre las especialidades locales se encuentran:
Cochinita pibil: carne de cerdo marinada en achiote y cocida en horno de tierra.
Poc chuc: filetes de cerdo asados y marinados en cítricos.
Panuchos y salbutes: tortillas rellenas o cubiertas con frijoles y diversos guisos.
Pipián de venado: carne de venado en salsa espesa de semillas de calabaza.
Mucbipollo: tamal grande cocido bajo tierra, tradicional en celebraciones.
Para acompañar, se recomienda probar el refrescante agua de horchata o el tradicional xtabentún, un licor dulce elaborado a base de miel fermentada y anís.
La artesanía en Seyé es una manifestación tangible de su cultura y creatividad. Los artesanos locales se especializan en:
Hamacas tejidas a mano con hilo de algodón de cáñamo, ideales para el descanso.
Bordados tradicionales en huipiles y guayaberas, con diseños coloridos que representan la flora y fauna regional.
Cestería y objetos decorativos elaborados con materiales naturales como palma y bejuco.
Estas piezas no solo son funcionales, sino que también cuentan historias y preservan técnicas ancestrales transmitidas de generación en generación.
Este templo, construido durante la época colonial, es uno de los principales atractivos arquitectónicos de Seyé. Su estructura y detalles reflejan la influencia española y la devoción religiosa de la comunidad.
Seyé forma parte de la histórica zona henequenera de Yucatán. Muchas de sus antiguas haciendas han sido restauradas y ofrecen una visión del auge económico que vivió la región durante el siglo XIX gracias al cultivo y procesamiento del henequén.
En las cercanías de Seyé se encuentran varios cenotes y grutas que forman parte del anillo de cenotes de Yucatán. Estos cuerpos de agua subterráneos son ideales para nadar, bucear y explorar la belleza natural de la región.
Además de la fiesta de San Bartolomé, Seyé celebra otras festividades que reflejan su rica herencia cultural:
Hanal Pixán: celebración del Día de Muertos en la que se preparan altares y se ofrecen alimentos tradicionales a los difuntos.
Vaquerías: fiestas tradicionales que incluyen música, danza y procesiones, mostrando la fusión de culturas maya y española.
Estas celebraciones son una oportunidad para que locales y visitantes se sumerjan en las costumbres y tradiciones de Seyé.
Seyé es un destino que ofrece una combinación perfecta de naturaleza, cultura y tradición. Ya sea explorando sus cenotes, participando en sus festividades o degustando su rica gastronomía, cada visitante encontrará en Seyé una experiencia inolvidable y auténtica del corazón de Yucatán.